Mujer... Jesucristo te levanta
Mujer… Jesucristo te levanta
Carmen E. Dorantes de Reyes
El trabajo que nos ha tocado desempeñar como mujeres no ha sido fácil. Cuando Dios vio que el hombre estaba solo, le pareció que esto no era bueno (Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él) y que él necesitaba una compañera, una ayuda idónea, entonces pensó en nosotras. Y fuimos creadas de una parte sensible del hombre, no de su cabeza, para enseñorearnos de él, o de sus pies para ser pisoteadas, sino de su costado, hay, cerquita de su corazón… para ser amadas, para ser cuidadas y protegidas. ¿sabías eso?
Sin embargo, el enemigo se ha encargado de destruir mucho de la bella creación de Dios y de hacer pedazos muchos de los hermosos propósitos que Dios tenía preparados para nosotras, y es por eso que muchas de nosotras, al escuchar la introducción al tema que hoy les voy a compartir, pensaron en su corazón que esto no es verdad, pues muchas de nosotras no nos sentimos así: no nos sentimos amadas, ni protegidas, ni mucho menos cuidadas. Pero hoy traigo maravillosas noticias para ti: ¡¡¡no importa lo que Satanás te susurre al oído, no importa lo que él te diga, no importa cuantas veces el hombre – sea tu esposo, tu novio, tu pareja, tu propio padre – te haya fallado, no importa en verdad!!! ¡¡¡Porque existe alguien que esta dispuesto a cumplir estas promesas hechas a tu vida, de que fuiste creada para ser amada, para ser cuidada, para ser protegida!! ¡¡¡Y es tu propio creador quien estuvo dispuesto a amarte tanto, tanto, tanto, como para dar su propia vida por amor a ti!!! (Juan 3:16) ¿lo sabias?
y si ya dio su vida por ti… no estará dispuesto a darte también todo lo que necesitas?:
Jesucristo, dice la Palabra de Dios en Isaías 9:6, que es Admirable, consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Salmo 41:1-3, 7 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Jehová-Nissi, nuestro estandarte, nuestra bandera, quien pelea las batallas por nosotras
Jehová Jireh: Dios es Nuestro proveedor Éxodo 23:25 ve nuestras necesidades y las suple. “Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19”.
Jehová Rafa: Jehová nuestro Sanador; el Dios que sana. Éxodo 15:26
JEHOVÁ-ROHI, El Señor es mi pastor, nada me faltara Salmos 23:1
SHADDAI El Dios todopoderoso, fuente inagotable de toda bendición. Dios es Todopoderoso. Nuestros problemas no son demasiado grandes como para que Dios no los pueda manejar.
JEHOVÁ-SHAMMAH, El Señor está presente. El Señor es mi compañero. Jehová Sabaot significa «El Señor de los Ejércitos» 1 samuel 17:45
Adonai: Dios es nuestro Señor
Elohim: Creador poderoso. Deuteronomio 10:17 «Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible»
Con todas estas características de Dios, que nos hablan de un Dios que se preocupa y ocupa de nosotros, ¿crees que algo te puede faltar?
Claro, necesitas activar tu fe para recibir todo esto que Dios te ofrece, ¿cómo? con oración, alabanza y leyendo la Biblia, porque si no la leemos, como podremos enterarnos y apropiarnos de las bendiciones y regalos escritos ahí para nosotras. Es como si te ganaras un gran premio, pero no te enteras y por eso no vas a reclamarlo.
ahora que sabemos que Dios nos sostiene, debemos sentirnos fuertes para pelear la buena batalla, la batalla por la vida de nuestros hijos. El enemigo siempre busca matar, robar y destruir, como se los mencione al principio, por lo que va a buscar siempre robarnos a nuestros hijos para destruirlos. ¿Cómo podemos evitarlo? En primer lugar, levántate como poderosa guerrera a orar por ellos, ¡el secreto está en la oración!
una madre que ora hace que sucedan cosas buenas en la vida de sus hijos.
Isaías 44:22, y vs 2-4 “He disipado tus pecados como una nube y tus ofensas como la niebla de la mañana. Vuelve a mí, porque yo pagué el precio para ponerte en libertad». Ahora, escúchame, hija mía, mi sierva, mi elegida. El SEÑOR que te formo en el vientre de tu madre y que te ayuda, dice: “No tengas miedo, oh hija mía, sierva mía, mi amada hija, mi elegida. Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos. Prosperarán como la hierba bien regada, como sauces en la ribera de un río.
Comentarios
Publicar un comentario